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Texto del
Evangelio (Jn 6,30-35): En
aquel tiempo, la gente dijo a Jesús: «¿Qué señal haces para que viéndola
creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el
desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer». Jesús les
respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del
cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de
Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo». Entonces le dijeron:
«Señor, danos siempre de ese pan». Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida.
El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».
«Es mi
Padre el que os da el verdadero pan del cielo»
«¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas?» (Jn 6,30), exigen incrédulos e impertinentes los judíos. ¿Les ha parecido poco el signo de la multiplicación de los panes y los peces obrada por Jesús el día anterior? ¿Por qué ayer querían proclamar rey a Jesús y hoy ya no le creen? ¡Qué inconstante es a menudo el corazón humano! Dice san Bernardo de Claraval: «Los impíos andan alrededor, porque naturalmente, quieren dar satisfacción al apetito, y neciamente despreciar el modo de conseguir el fin». Así sucedía con los judíos: sumergidos en una visión materialista, pretendían que alguien les alimentara y solucionara sus problemas, pero no querían creer; eso era todo lo que les interesaba de Jesús. ¿No es ésta la perspectiva de quien desea una religión cómoda, hecha a medida y sin compromiso?
«Señor, danos siempre de este pan» (Jn 6,34): que estas palabras, pronunciadas por los judíos desde su modo materialista de ver la realidad, sean dichas por mí con la sinceridad que me proporciona la fe; que expresen de verdad un deseo de alimentarme con Jesucristo y de vivir unido a Él para siempre,
PADRE
BENDICE
A NUESTRA
PATRIA
«¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas?» (Jn 6,30), exigen incrédulos e impertinentes los judíos. ¿Les ha parecido poco el signo de la multiplicación de los panes y los peces obrada por Jesús el día anterior? ¿Por qué ayer querían proclamar rey a Jesús y hoy ya no le creen? ¡Qué inconstante es a menudo el corazón humano! Dice san Bernardo de Claraval: «Los impíos andan alrededor, porque naturalmente, quieren dar satisfacción al apetito, y neciamente despreciar el modo de conseguir el fin». Así sucedía con los judíos: sumergidos en una visión materialista, pretendían que alguien les alimentara y solucionara sus problemas, pero no querían creer; eso era todo lo que les interesaba de Jesús. ¿No es ésta la perspectiva de quien desea una religión cómoda, hecha a medida y sin compromiso?
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